Al fin llegó el día 9 de enero de 2007, comenzamos esta actividad única en el sector Ranquil, donde el principal motivo para reunirnos ha sido la infancia. Todos comienzan con muchas ganas y con la motivación de pasarlo bien, y aprender al mismo tiempo.
La partida desde el sector Pelehue
El duro camino no fue excusa para detener el viaje, donde la carreta que trasnportaba las cosas del grupo debió sortear las grandes piedras del camino, mientras el resto recorría los 10 km. que
separan Pelehue del Campamento Base.
Una vez en la veranada, había que trasladarse hasta el lugar donde sería el campamento. En el puesto de la Familia Garrido-Urrutia, quienes facilitaron su espacio para instalar las carpas, cocinar y compartir con todos.
separan Pelehue del Campamento Base.
Cruzando el Filo del Viento
En el camino todos ayudaban a trasladar y cuidar a los niños y niñas a las veranadas, quienes debieron poner todo su empeño para alcanzar el campamento. Algunos papás ayudaron llevando a caballo a los niños, y también haciendo varios descansos en el camino.
Una vez en la veranada, había que trasladarse hasta el lugar donde sería el campamento. En el puesto de la Familia Garrido-Urrutia, quienes facilitaron su espacio para instalar las carpas, cocinar y compartir con todos.
Organizando el Campamento. Padres, madres y niñ@s trabajando en conjunto.
Cuando llegó el momento del regreso, nadie se quería venir, pero ya habían pasado tres intensos días en la cordillera, en una aventura que no olvidará facilmente.
En la noche, compartía todo el grupo, juegos, comida, asado y hasta cueca se practicaba.
Cuando llegó el momento del regreso, nadie se quería venir, pero ya habían pasado tres intensos días en la cordillera, en una aventura que no olvidará facilmente.
